jueves, 20 de junio de 2013

La verguenza Nacional

No me habían dado ganas de escribir sobre el TRI, lo confieso. A los que nos gusta el futbol, en este país tenemos que soportar el prejuicio de muchos disque intelectualoides, y de otros tantos "simpáticos" que quieren burlarse del aficionado mexicano cada que la selección nacional de futbol no consigue un resultado esperado. Ya no digo ganar campeonatos, sino que nos quedemos en la orilla por una mala actuación o por un error específico, o por una genialidad de algún rival de cuidado.

Y pese a todo, fieles a la pasión, defendemos los colores y nos ofende e insulta que alguien se atreva a cuestionar a nuestra representación nacional, nos enojamos o hasta dejamos de salir a la calle para evitar una burla que inevitablemente terminará en pelea con algún imbécil que pretende ser más porque cuestiona al futbol del país, aunque claro, sin mucho valor tampoco para cuestionar otros aspectos verdaderamente importantes, como el poder del narcotráfico, o los malos manejos de las finanzas públicas, mejor culpan al futbol como si acabándose éste, mágicamente se resolvieran los problemas nacionales.

Sin embargo, en este 2013 no ha sido el caso. Hace 2 años, en el verano del 2011, nos frotábamos las manos esperando con ansias la copa Confederaciones de la FIFA, un torneo bastante serio con representaciones de primera categoría (en esta está Taithí, pero del otro lado, Italia, Brasil, Uruguay y España), que para ganarse, no requiere la consistencia que se necesita en un mundial. Pensamos que con el futbol que desplegaba en ese entonces el equipo del Chepo de la Torre, bastaba como para, al menos, ser finalista del torneo, hacer un gran papel y reafirmarse como opción seria en el mundial del 2014. Nada más alejado de la realidad.

Tras un 2012 en el que la Mayor fue totalmente opacada por el gran trabajo de la Sub 23 a cargo de Luis Fernando Tena, Chepo mantuvo en numeros negros sus cuentas gracias a que un montón de partidos amistosos contra rivales de pobre nivel dejó pocas derrotas, una muy escandalosa frente a Estados Unidos en el Azteca, con un combinado mexicano que no ofreció variantes, una derrota minimizada por el gran logro que representaba la medalla de oro para el futbol nacional. En el 2013, la selección ha disputado nada menos que 8 partidos oficiales. Sumando la ridícula y miserable cantidad de 4 goles anotados. Claro, se jugó frente a Brasil e Italia, pero también frente a un Honduras que se cae a pedazos, y en contra de Jamaica en el Azteca, y ni así, el TRI ha podido anotar más que 3 goles en la cuenta de Javier Hernández, y otro de De Nigris en Kingston, que representó el único partido ganado en este año. Que se jugó contra Italia, pero hacía 20 años que no se perdía contra ellos. Que se jugó contra Brasil, pero en 12 partidos sólo se perdieron 3. ¿Y contra los otros rivales?

Pero no son solo los malos resultados. Es la pose, infumable, del entrenador. No se que pretenda José Manuel de la Torre, pero cada que sale a declarar, es increíble escuchar sus estúpidos argumentos. Pretende culpar a la suerte, o a sus jugadores, afirma que "no se aprovecharon las oportunidades", pero se le olvida mencionar que en los partidos del TRI, en muchos ni siquiera se generan ocasiones de gol que fallar. Basta con mencionar que tu delantero ha metido las que ha tenido, ni siquiera podemos hablar de que el Chícharo o De Nigris hayan salido en malas tardes. Según su fantasía, Chepo asegura que por detalles mínimos, los resultados no se consiguieron, eso si, esos detalles supuestamente están fuera de su control y él no es capaz de corregirlos o prevenirlos, porque al igual que como paró al equipo en la inauguración del Hexagonal en enero, de la misma forma se jugó en Fortaleza, en el último partido disputado frente a Brasil, e igual lo hará frente a Japón, variando únicamente los nombres. Si ya sabe que hay detalles, ¿puede o no puede prevenirlos o corregirlos?, ¿cree que todo se arreglará haciendo las cosas igual?
Cuando enfrenta la selección a un rival inferior en teoría, entonces ya se acortaron las distancias, entonces ya no es como antes, ya no se gana con la camiseta. Pero cuando perdemos ante un Brasil a medio gas, o frente a Italia, entonces resulta que la camiseta si pesa, que la localía es insuperable, que no se esperaba nada, ¿entonces cómo Sr. de la Torre? ¿somos o nos hacemos?

El sistema del Chepo probó ya, en esta Confederaciones, que no sirve. El domingo cuando la selección enfrentaba a Italia, francamente ni me dieron ganas de verlo. Desde que cae el gol de Pirlo, más bien, desde el arranque, sabes que hay poco y nada que hacer. El equipo no propone, no genera, dan pasesitos laterales con un miedo terrible y no se ve por donde pueda aparecer alguien que cambie las cosas. Lo mismo frente a Brasil. Cae el gol brasileño y no se ve cómo la selección pueda siquiera hacer decoroso el resultado y sacar un empate. Que si se tuvieron 2 o tres cercanas, pero Brasil estaba jugando a media máquina. En la última jugada, el estafador llamado Neymar les hace una jugada boba al Maza Rodríguez y a Héctor Moreno, pasa entre los 2 como si nada y Jó entra caminando para meter el segundo. Ni las manitas metimos. Así nos despedimos de la confederaciones.

Y no voy a exigir que ganemos torneos o que un entrenador cambie las cosas de la noche a la mañana. Tampoco me voy al ridículo lugar común de criticar a Televisa, o de suponer que si una selección cumple compromisos comerciales, por eso se distraen, como si ninguna otra selección del mundo viviera gracias a los patrocinios. Creo, en esta ocasión específica, que el Chepo está rebasado por la situación, que su inexperiencia no le alcanza para enderezar el barco, que el orgullo no le permite ver a través de las poses. No entiendo para que sale de la banca a gritar que le metan huevos, con el único objetivo de que la TV lo capte o de que la afición lo reconozca. ¿Pide huevos a sus jugadores y mete a 7 defensores a que empaten un partido contra Panamá?, ¿a quién engaña con las poses?

El TRI se puede permitir derrotas. Lo que no podemos tolerar es hacer el ridículo, es que digan que fuimos una farsa y que quedamos a deber. Nos importa mucho el orgullo, nos preocupa mucho el honor. Podemos tolerar una derrota 4 a 3 en Alemania contra el local, pero no podemos aceptar así como así que Brasil nos pase por encima sin siquiera sudar la gota gorda. Eso es lo que el Chepo, y varios de sus jugadores titulares, no han terminado por comprender. Ya incluso la prensa internacional, como en España por ejemplo, dicen que el TRI es un equipo cobarde y que su entrenador propone planteamientos pusilánimes, que lejos de ser el caballo negro, o el equipo complicado que completaría un grupo de la muerte, ha sido cheque al portador. Y creeme Chepo, aguantamos cualquier resultado, menos que nos dejes como una bola de divas cobardes que no son capaces de salir a morir o matar.

Si ese es el caso, conmigo que no cuenten. Ya se me acabaron los argumentos de defensa. Ya no tengo que más decir para justificar tan ridiculos desempeños. Ya no se que más decir. Y el problema es que, como a mi, ya son muchos a quienes tampoco les importa el destino de la selección. Ver que los futbolistas no parecen ni inmutados, y que el entrenador no baja ni tantito la mirada, desiluciona por completo hasta al más fiel. Si antes por lo menos los nuestros eran aplaudidos por entrega, y ahora son tachados como equipo desilucionante y cobarde, no tiene caso seguir apoyando.

Ya veremos que tan seguro estás chepo, cuando los patrocinadores vean el efecto que has impreso en más de un aficionado en este país.

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