jueves, 25 de julio de 2013

Las declaraciones de "El Gato" Ortiz

No comentaré sobre la eliminación de la selección nacional a manos del representativo de Panamá anoche. Los panameños jugaron mejor, y eso de que los mexicanos son naturalmente mejores que todos los de la zona, es justamente cuestionable. Ayer la selección lo demostró, como lo dije antes, el Chepo no sabe ya lo que está haciendo (distinto a decir que no tiene capacidad) y bueno, parece cuestión de tiempo para que Luis Fernando Tena se aviente el bomberazo.

Comentaré sobre las declaraciones que realizó ayer Omar Ortiz, alias el Gato, ex portero profesional, ex jugador de los rayados y actualmente declarado culpable de secuestro, preso en un penal federal. Ortiz declaró que no fueron pocas las veces que utilizó sustancias prohibidas para aumentar masa muscular y mejorar el rendimiento físico. Que sabía muy bien lo que estaba haciendo, las sustancias que utilizó están prohibidas y que lo hizo claramente con el objetivo de mejorar su rendimiento y musculatura.

Lo más grave es que afirma que durante años, se sometió a las pruebas antidoping de la FMF y que en ningún caso dió positivo. Que las pruebas que aplica la FMF son, o bien mal administradas, o de baja calidad, porque él no hizo ningún trato con nadie para que tolerara el uso de sustancias, o bien se trataba de incapacidad, o peor aún, la FMF decidió no exponer los casos.

Si bien Ortiz es un delincuente y sus palabras, por ese simple hecho, carecen de credibilidad, también habría que hablar de que los hechos coinciden con las palabras de Ortiz en muchas cosas. No fue la FMF quién detectó su dopaje, lo hizo la CONMEBOL en un partido que disputó el Monterrey en Colombia contra el Once Caldas jugando la Copa Libertadores. Si recordamos, tampoco fue la FMF quién detectó a otro que se dopaba sistemáticamente: Salvador Carmona, y también involucrado estuvo Aarón Galindo. A ellos les detectaron sustancias cuando México disputaba la Confederaciones en Alemania en el 2005, en un antidoping ejecutado por la FIFA. En aquella ocasión la FMF se sacudió la responsabilidad crucificando a los jugadores y así nos libramos de un castigo previo al mundial 2006.

Así mismo, con el caso del clembuterol, los jugadores detectados, entre ellos el Maza Rodriguez o Guillermo Ochoa, fueron detectados con la sustancia prohibida en un antidoping que se hizo según las políticas de CONCACAF, porque resulta absurdo que los jugadores involucrados, que durante años comian en México la supuesta carne contaminada, no hubiesen arrojado nunca positivos por esta sustancia.

En las maneras de actuar de la FMF podemos observar uno de los más negativos aspectos de la sociedad mexicana, ya no digamos del futbol. Me refiero a la pésima costumbre de ocultar los problemas bajo el colchón, de no enfrentar los sistemas defectuosos, de no parar y recomponer el camino, sino tratar de ocultar todo y no solucionar problemas estructurales que evidentemente tiene la Liga MX.

Que nuestros jugadores sean detectados en el extranjero, y nunca en el medio local, no nos habla de limpieza y orden, sino de un ineficiente sistema de detección y de una mala política de transparencia e incapacidad de resolver problemas.
Todos los sistemas en el mundo son ineficientes y propensos a volverse corruptos. Por eso cada cierto tiempo es necesario ejecutar una depuración, así sea dolorosa y escandalosa, ensuciarnos las manos y limpiarlo todo es indispensable para la salud del sistema. Italia y España han tenido escándalos mayúsculos entre dopaje y arreglo de partidos, pero había que hacerlo, hay que limpiar lo que no sirve.

En México, se prefiere arreglar y maquillar todo. Pero no sólo porque los directivos sean entes malévolas indispuestas a cambiar el cochinero. La afición, por ejemplo, al escuchar de estos temas, lejos de reaccionar con madurez y entender que cualquier liga profesional atrae a los tramposos, de pronto se sube a la tribuna moral a juzgar a todos y con todo, hasta parece que nos transportamos a un país donde todo el mundo se entrega al 100% a su trabajo, nadie se roba nada, nadie se vale de ninguna artimaña para esforzarse menos y ganar más.
Mención honorífica también recibe la prensa, con su falsa moral y aprovechándose del escándalo todo lo que se pueda. No vemos a los diarios aplaudiendo a los directivos decididos a destapar las cañerías, sino a los mismos periodistas criticando la Liga Mexicana y alabando cualquier cosa extranjera, pese a que en otros lugares han tenido problemas aún peores.

Claro que los directivos son responsables primordiales de que el futbol mexicano cada dia crezca con tantas inseguridades. Pero aquí habría que parar y cuestionarnos, ¿cómo le exigimos al entrenador o a los jugadores de una selección o un club el esfuerzo máximo?, ¿cómo queremos salir de la mediocridad si no estamos dispuestos a hacer el trabajo pesado?, y como afición, ¿realmente tenemos la madurez para entender que todos los sistemas fallan y necesitan reparaciones?, o nos vamos a poner en la eterna pose moralista?.  Para un futbolista es más fácil no esforzarse o de plano utilizar sustancias a sabiendas de que no existe ningún castigo, que la Liga no hace un esfuerzo por depurarse de los malos deportistas o de los técnicos mediocres que los solapan o fomentan. Difícil que salgamos de la mediocridad sin imponer un régimen, al menos en métodos de trabajo.

No se que tan ciertas sean las declaraciones del Gato Ortiz. Pero supongo que algo tienen de verdaderas, y si queremos que el futbol mexicano madure, tendríamos que empezar a olvidarnos de las poses y poner manos a la obra, no que cada que surja uno de estos problemas, en lugar de sacar los engranes dañados, simplemente ocultamos todo y a seguirle tal cual.

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