Como supuesto comprador según la prensa, no podría ser otro que el multimillonario Carlos Slim. Por razones obvias resulta ''congruente" su interés por el rebaño: en primer lugar, porque ese hombre es más rico que la Iglesia; además, sería una nueva batalla en la guerra que sostiene contra Grupo Televisa, que preside Emilio Azcárraga. Televisa, como todos sabemos es dueña del Club América, principal antagonista deportivo del rebaño sagrado. La adquisición de Chivas por parte de Carlos Slim, le permitiría competir abiertamente en un terreno que Azcárraga, y su secuaz Salinas Pliego, dominan desde hace muchos años: el futbol. Recientemente invirtieron en Grupo Pachuca, pero francamente, no es lo mismo opinar con un 30% de Pachuca, que controlando nada menos que a las Chivas. Para el Ingeniero, Chivas representaría un poder especifico que le permitiría entrar en la repartición del pastel.
Slim trató de negociar los partidos del TRI para mandarlos por Internet, pero, ohh sorpresa, al contrato de exclusividad del "Tri de mi corazón" le falta nada menos que 15 años para terminarse. Bueno, al menos ya sabemos que "terminará" algún dia, en el 93 se creía que Televisa transmitiría los partidos de la selección para siempre, por los siglos de los siglos santos amen.
Ante esta situación, muchos aficionados de Chivas se frotan las manos. Es cierto que Slim no tiene gran idea del futbol, pero ha demostrado en otros negocios, que busca a gente capacitada que se encargue. El ingrediente extra es que el antagonismo contra el América tomaría nuevos brios: ya es una cuestión más allá de lo deportivo, ya serían, al menos en teoría, diferentes ideologías. Una rivalidad clásica que puede reactivarse si los que están detrás están dispuestos a hacer lo que sea para opacarse. También pensando en nuevos refuerzos y nuevas estrategias publicitarias que saquen a Chivas de la mediocridad en la que se ha sumergido los últimos 3 años, colocarse de nuevo en la posición de poder que le corresponde, contratar buenos jugadores, tener más estabilidad directiva, tener más peso específico en la FMF aunque éstos traten de frenar al Rebaño... en otras palabras, volver a ser el antihéroe, el equipo del pueblo.
ideologías y las formas de trabajo cuando incorporó a gente como Raúl Arias o Fernando Quirarte. Desde ese punto, el equipo trasladó la inseguridad directiva al terreno deportivo: si cualquiera viene y cualquiera se va, ¿que tanto importa lo que estamos haciendo?, Chivas terminó por no jugar a nada, para luego pasar por el trauma que provocó la estafa gigantezca que resultó ser la empresa Cruyff, permitieron a Johan Van't Schip desmantelar al equipo y Benjamín Galindo, movido más por el amor eterno a Chivas que por una gran oportunidad, ha hecho lo que ha podido, que no es mucho. Culpar a los jugadores ya resulta absurdo cuando éstos, en su mayoría, son veteranos al final de sus carreras (Reynoso, Márquez Lugo, Sabah y Pérez) o bien, novatos que apenas empiezan sus carreras. Y francamente, luego de ver al Cubo Torres regresar a un partido tras casi perder un brazo, no creo que alguien dude del compromiso de los jugadores.
Resulta sencillo criticar a Vergara y olvidar que, al final del día, su gestión no ha sido del todo mala. Chivas, aún sumergido en una mediocridad en la actualidad, ha tenido periodos interesantes a nivel deportivo. Un par de finales perdidas, una de ellas de Libertadores, un campeonato, un par de semifinales de Libertadores, jugadores como Carlos Salcido, Javier Hernández, Carlos Vela, Ulises Dávila y Marco Fabián, aportando hasta 5 o 6 jugadores a la selección, no me parece que la gestión de Jorge Vergara haya sido del todo desastroza. Creo que no hay que permitir que el sabor amargo de los clásicos o el rencor por los malos resultados opaquen lo bueno que se hizo antes.
Y lo digo porque no estoy seguro de que Carlos Slim, o cualquier otro comprador interesado, esté dispuesto a respetar la tradición de usar mexicanos o continuar con la formación de jugadores, tampoco me agrada ver a mis Chivas como una simple mercancía que sirve para presumir entre los dos hombres más ricos del país. Me molesta pensar que el propio Azcárraga pudiera adquirir al equipo. Lo único claro es que Vergara, si piensa conservar al equipo, tiene que darse cuenta que necesita transmitir estabilidad y firmeza desde la posición superior.
Evitar esas tonterías de cambiar de directivos cada 3 meses, dejar de querer controlar a sus futbolistas y tratarlos como profesionales, arropar a los jóvenes y no pretender culparlos cuando los números no resultan, respetar proyectos de trabajo, al menos durante torneos completos. Es necesario y fundamental para el equipo, se nota que en Chivas nadie se siente seguro, y mientras eso suceda, mientras la afición se mantenga alejada, el equipo no va a generar.
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