Battleship, Batalla Naval

La semana anterior estaba floja la cartelera, antes de la salida de Hombres de Negro 3, y como tal entré a ver una película que al menos llamaba la atención en los promocionales, Battleship, basada en el juego de Hasbro con el mismo nombre, ese del tablero donde colocas unos barquitos y tratas de adivinar dónde colocó los suyos tu adversario.

Ya desde ahí te cuestionas, ¿cómo podría ese juego de mesa nada emocionante ser argumento para una película?, pero al ver que en el elenco estaba la cantante Rihanna, y buenos promocionales pues de cierta forma invitaban a verla. Un grave error.

La trama de la película es bastante simple. La Marina de Estados Unidos (para no variar, los gringos nos protegen de todos los males) realiza unos ejercicios de ensayo en el Océano Pacífico, en las cercanías de Hawaii. Unos científicos han encontrado un planeta con condiciones similares a las de la tierra, y construyeron un arreglo de satélites colocados en las islas hawaianas, así como un satélite amplificador en órbita que se alínea diariamente con el arreglo en tierra, y transmiten una potente señal hacia el planeta en cuestión.

Lo que, para no variar, atrae una raza de Aliens con una gran tecnología que aisla a un gran conjunto de barcos y portaaviones de varios paises en un escudo de energía impenetrable, por lo cual dependerá de un pequeño barco destructor, su tripulación y algunos marinos japoneses rescatados, poder salvar al mundo evitando que los aliens logren comunicarse con su planeta.

Una película con una trama insignificante, que no explica ni el origen de estos aliens, ni sus objetivos ni su destino tampoco. Al mismo tiempo, no tiene mas que una escena donde se relaciona con el juego, por lo cual el nombre no es más que una estrategia publicitaria, la única relación entre el juego y la película es que en la película vemos barcos, de ahí en fuera ninguna.

Como punto fuerte, tiene unos estupendos efectos especiales, y actuaciones no tan malas. Además de la hermosa Rihanna haciendo un papel secundario. En resumen, una película palomera de esas para cuando no hay nada mejor en el cine, o para comprarla pirata para una tarde aburrida.