miércoles, 25 de enero de 2012

La pésima programación de la TV pública en México.

Hace unos dias leí este estupendo artículo llamado Televisa, Tv Azteca y Telmex: la farsa de las telecomunicaciones en México, escrito por Alan Lazalde en el blog ALT1040. Un artículo que habla de ciertas verdades  de dominio público en México. Las críticas que presenta Lazalde no necesitan siquiera una profunda investigación. Son cosas del dominio público, una pésima programación diseñada por Televisa, a la que la única empresa que supera en malísima calidad es la propia Tv Azteca. Esto me motivó a pensar en la programación de porquería que nos ofrece el canal de las estrellas, sus similares y conexos.

Una programación diseñada en los ochentas, que se ha mantenido de la misma forma hasta la actualidad. Telenovelas que desgraciadamente se reciclan hasta el infinito, ¿alguna de las telenovelas actuales no había sido producida antes?. La realidad es que, pese a las críticas y al pésimo nivel de entretenimiento que ofrece la TV Abierta en nuestro país, Televisa y Tv Azteca no van a innovar nunca jamás. ¿Para que realizar una inversión si esta tiene la posibilidad de que falle?, para nada, si al final de cuentas, producir una telenovela es barato, ya tienen todo lo que necesitan, set, locaciones, ya no necesitan ni capacitar a los actores, pueden comprar caras bonitas como William Levy o Alicia Machado, gente sin talento, al fin y al cabo el público seguirá viendolos y encima pueden ganarse un billete extra cobrándole a los gobiernos estatales y locales por ir a grabar 15 minutos de locaciones NATURALES y distribuirlos en escenas de 3 segundos a lo largo de la telenovela, gasto abusivo y ridículo que los políticos justifican como "promoción al turismo". Por muy malas que sean esas novelas, la gente se sigue apasionando con ellas, las siguen viendo aunque la historia sea ridículamente predecible. Ya no digamos de las películas de Cantinflas que repiten domingo a domingo, esas de los años 60 y 70, donde no existían ni los celulares, al fin y al cabo habrá quien las vea porque "no hay nada mejor que ver", y esos puntitos de rating pues las televisoras los pueden emplear muy bien para vender el espacio para publicidad, espacio que por cierto les niegan a las empresas non-gratas, considerando que el emporio Televisa abarca Cablevisión, Cablemas, YOO, Sky, Nextel...

O bien, que decimos de los reality shows de los domingos. Ya pusieron a los concursantes a bailar, a cantar, a canta-bailar, a contar chistes, ¿ahora que sigue? pues a imitar. Tras haber utilizado a un grupo de niños hijos de padres imbéciles (los padres tienen toda la responsabilidad de semejante estupidez) que en lugar de educarlos prefieren traerlos de bufones entreteniendo a las masas, ahora sigue la nueva impresionante idea, un concurso de imitadores. Y para no variar, ¿que hizo Tv Azteca?, ahh pues otra Academia, pero ahora de imitadores también. En el futuro pues también hacerlos que canten, bailen, otra vez metemos a los niños, y así sustantivamente diría el Chavo del 8 hasta que la gente se harte, lo cual no ocurrirá nunca.

Es evidente en esta situación el nivel de control social que ejerce la televisora. Acá nadie se queja, no importa la lastimosa calidad, al contrario, todos felices. Uno esperaria que tras programas tan bajos en calidad, la gente buscaría al menos curiosear en los libros, pero lejos de eso prefieren llorar junto con Lucerito cada que algún nuevo participante de alguno de los 50 mil realities que llevan los "conmueve", aunque no les conmueva el caso ABC, ni los muertos por el narco, ni las mujeres asesinadas de Juárez, ni Javier Sicilia y los demás padres de su movimiento, ni los mineros en Pasta de Conchos, ni...

La razón del artículo de Alan Lazalde fue el último "move" que intentaron las televisoras. Televisa compraría las acciones de IUSACELL, una empresa en poder de TV Azteca. Oficializarían que las televisoras están lejísimos de competir, por el contrario, son la misma cosa. Aunque como era de esperarse no falto quien se quejara por el monopolio que intenta el cachetón Azcárraga, no fue otro que el no menos cachetón Charlie Slim, y no, no se mordió la lengua por pura suerte, pero él se sintió con autoridad moral para criticar este nuevo monopolio que permitiría a Televisa el cuádruple play (Video, Voz, Dátos, móvil y fijo) ya que si hay un monopolio, él debería tener participación, de otra forma no es justo y se quejará con su mamá.
Afortunadamente, de esos dias que tocó visita de supervisor me imagino, la CFC (Comisión Federal de Competencia; si existe, aunque Usted, No Lo Crea) decidió dar para atrás la propuesta y negar a Televisa expandir su monopolio, por ahora...

Pero es una "victoria" vacía. Ya que quien la festeja, es el dueño del monopolio mas grande de América Latina, Telmex. Y porque Televisa no ha sufrido ni la mas remota debilitación en su poder real. La gente sigue siendo feliz con su porquería de programación, no necesitan gastar e innovar, tampoco es que las empresas puedan mudar su publicidad y buscar otras reglas mas justas para anunciarse, si no hay otra opción. Tienen que usar lo que hay, no hay más.
Sugeriría a mi país que apagaramos de vez en cuando la tele y buscáramos en los libros otro tipo de entretenimiento, pero se que es un sueño guajiro. Y podría seguir escribiendo, pero se me pasa la novela.

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