Podríamos decir que terminó el drama, pero la realidad es que no comenzó nunca ningún drama. Estudiantes Tecos es el equipo elegido para abandonar la primera división mexicana tras nefastos tres años, plagados de equivocadas decisiones deportivas, un banquillo muy caliente con un montón de cambios de DT en pocos años, jugadores poco comprometidos y la cereza en el pastel, la rara historia de un tipo como el Cheto Leaño, que siendo dueño, obligó por varios años a todos los entrenadores de su equipo, alinearlo de manera estríctamente obligatoria, de lo contrario los corría sin mayores explicaciones.
Estudiantes también es el equipo con menos afición del país, y si nos apuramos, de la historia del futbol mexicano. En ningún punto de sus 35 años logró conectar con ningún sector. En la ciudad, aunque Tecos tenía como sede al municipio de Zapopan, Jalisco, técnicamente le tocaba compartir ciudad con dos equipos históricos y con mucha más afición, Chivas y Atlas. Además, tampoco había un sector de aficionados que pudiera identificarse por alguna razón con este equipo. Aunque hicieron su cambio de nombre a Estudiantes hace poco, el cambio no logró atraer a ningún estudiante realmente, menos cuando ya la Universidad de Guadalajara, la Autónoma de Nuevo León y la Autónoma de México siempre han tenido su representación en el futbol.
Tecos tampoco pudo ser ese equipo carismático como lo fue en su momento el Toros Neza de Mohamed y sus cortes de cabello ridículos, ni aquel La Piedad que de la mano de Claudio Da Silva dominó sin piedad uno que otro torneo, el divertido y melodramático Puebla del Chelís, los Dorados Españoles del gran Joseph Guardiola o ya cuando menos la historia de cenicienta que vivió el Querétaro la temporada pasada, donde echaron a Chivas de la liguilla de la mano de José Saturnino Cardozo apoyado en el super goleador Carlos Bueno y en el siempre polémico Adolfo Bautista.
Si con algún equipo competía Tecos era con Jaguares de Chiapas como el equipo con menos interés. Aunque al menos los jaguares están en una zona donde históricamente jamás hubo futbol, y el equipo tiene por lo menos un cierto arrastre local. Tampoco la idea de cambiar de nombre y uniforme fue acertada. Nunca se esclareció si Estudiantes era nombre oficial o "mote", y lo malo es que ya hay un club en el continente con ese nombre, Estudiantes La Plata de Argentina, un equipo con mucha más historia y tradición. Los nuevos colores y escudo, muy semejantes al uniforme de Harry Potter, prestó para bromas, pero no para que los niños se interesaran en este equipo, si es que ese era el plan. Sobre los malos refuerzos, sólo podríamos decir que en estos tres años fue cuando el equipo decidió tan mal. En ocasiones anteriores, gente como Daniel Ludueña, Mauro Cejas, Sebastián Abreu o Emmanuel Villa habían llegado al equipo, jugadores que fueron muy interesantes en otros equipos de la liga mexicana. Al único que nunca le llegaban ofertas en el Draft, fue al Cheto Leaño. Nadie sabe porqué...
En resumen, nadie extrañará a estos Estudiantes en la primera. La directiva zapopana está muy tranquila porque piensan negociar la permanencia en la mesa y no en la cancha. Con la independencia de la liga que supuestamente arrancará en Julio, tienen el pretexto ideal para buscar que la liga vuelva a ser de 20 equipos, aunque muchos dueños no están de acuerdo. Otra opción será inventarse una regla absurda que bloquee a Correcaminos o el otro equipo campeón de este semestre para ascender, y obligarlos a jugar alguna promoción o cosas de estas que se dan sólo en nuestra benemérita liga. El problema es que Estudiantes no cuenta con una infraestructura como para presumir frente a equipos de liga de ascenso, y que de jugar contra alguno de ellos, su nivel no está tan por encima como para tener el triunfo asegurado.
A Estudiantes Tecos le sentaría mucho mejor marcharse a primera, pensar en el cambio de sede y replantearse el camino a seguir para poder regresar a la primera. Y cheto tiene que entender que si no sabe manejar, mejor debería contratar a un chofer y no permitir que su coche quede tan chocado.
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