miércoles, 5 de febrero de 2014

Facebook cumple 10 años (segunda parte)

Continuando con mi recopilación de 10 quejas importantes de Facebook, en festejo de sus 10 años, hablaré de lo que me molesta al usar la red social más popular del mundo, recordando que éstas quejas no están en orden de importancia y que las escribe un quejumbroso sistemático, identifíquese sólo con las que haga falta. 

6. Las modas pasajeras. Facebook sufre mucho las modas de mal gusto, a veces en exceso. Si alguien descubrió una nueva forma de subir fotografías, o se murió x's cantante/actor, prepárate para ver 500,000 fotos con el mismo contenido. Si vamos a compartir cosas de nuestra vida, procuremos al menos tratar de ser originales, de pensar en algo divertido y compartirlo con nuestros amigos, a veces incluso quejarse de lo que sucede en la ciudad, hablar del tráfico, cualquier cosa. Pero es molesto que todo el mundo suba sus fotos con el mismo "efecto" que encontraron en una página web, o que todo el mundo esté lamentandose la pérdida de un cantante cual si fuera el miembro más apreciado de su familia. Ya sabemos que se murió Jenny Rivera, es una noticia triste y todo lo que tu quieras, pero no me lo tienes que recordar 100,000 veces.

7. Las mujeres que se sienten perseguidas. Todo un caso de estudio para el mejor psicólogo, son las mujeres que se sienten perseguidas por supuestas "envidias" y "malas vibras" por parte de sus archienemigas, que casualmente nunca son nombradas. Comentarios e indirectas que sugieren que esta rival (¿de amores?) revisa su perfil, vigila su familia, coquetea con su hombre o envidia a sus hijos y a ella. Algunas agregan un toque extra de emoción deseando a la odiada rival "bendiciones", luego de haberla insultado. No es que no me crea que te envidian y te odian, pero me pongo a pensar, siendo madre soltera antes de los 23, sin dinero, con varios hijos en algunos casos, pobre intelectualmente hablando, sin trabajo estable y sin ninguna esperanza de progresar en el futuro, ¿en que condiciones vive la otra persona para envidiar eso? ¿en que ella no tiene un hijo del marihuano del barrio como tu?. Lamento decirte esto, pero la envidia la atrae la gente exitosa, no los que luchan para sobrevivir la semana. El hecho de que te autonombres "chingona", no necesariamente te convierte en "chingona" y lejos de sentir orgullo por la envidia que te tienen, siente lástima por ella y por ti también.

8. La presión social que te hace agregar gente. Todos tenemos "indeseables" en nuestro facebook, llegaron ahí porque son colegas, compañeros, amigos de nuestra pareja, y sobre todo, familiares. Y es que uno escoge muchas cosas en esta vida, pero no a sus familiares, y a veces tienes que agregar a gente que ni siquiera te cae bien. Lo peor es que esa gente opine para criticar en tus cosas/pensamientos como si tuviera derecho a hacerlo, y tener que aguantar la tentación de bloquearlos (o responderles como se debe) es terrible.

9. El famoso Oversharing. Lo compartes todo, lo publicas todo, todo el mundo sabe todo sobre ti. Hay que saber darse algo de privacidad para seguir siendo interesante, si todos saben lo que haces y todo lo que piensas, no queda nada que pueda interesar a los demás. Aparte, a eso le sumamos los riesgos que representa compartir toda tu información personal. Y no señoras, no es cierto que sus hijos comparten todo sin precaución ni cuidado. Es impresionante ir a cualquier evento y que señoras de 45 estén tomando más fotos a si mismas que sus hijas de 20.
Mencion honorífica reciben los que se inventan una vida para compartir en facebook: hablan siempre de paseo, viajes, dinero, shopping... pero nunca los ves desconectados. Evitemos la mentira y procuremos ser más honestos con nuestro perfil, quizá tengamos suerte y encontremos más personas como nosotros.

10. Que se tomen demasiado en serio lo que se publica ahí. Esto sucede mucho desde que los papás llegaron a facebook: exageran la importancia de lo que uno comparte. Las redes sociales eran un sitio para divertirse y compartir lo más extravagante de tus pensamientos, para explayarte. Eso incluye y no se limita a lenguaje florido, malas palabras, ideas absurdas, algo de intolerancia y otras linduras. Dentro de lo que cabe hay que seguir unas ciertas normas de respeto a los demás, pero había cierta libertad hasta que los papás llegaron a Facebook. De pronto si Juanita, de 16 años, publica la letra de una canción que habla de sexo, su papá la va a interrogar para saber quién es el canaya que ya le robó su virginidad. Si pedrito habla mal de un profesor, sus padres lo obligan a que vaya y pida perdón de rodillas a casa del maestro. Por favor señores, una cosa es que tu hijo suba una foto amenazando con cortarse las venas (un caso extremo y peligroso) y otra es que haga una broma tonta o escriba una mala palabra. No todo lo que está escrito en Facebook tiene que repercutir en el mundo real. 

Pese a todo, a mi me gusta usar Facebook, es una herramienta divertida y me ha ayudado a congeniar con personas a quienes seguramente nunca me habría acercado sin éste enlace de por medio. Pero cuando estes ahí, piensa en aquellas cosas que te molestan y trata de minimizar lo que tu haces que pueda molestar a otros: no es que Facebook necesite reglas de etiqueta, pero la experiencia puede ser más satisfactoria y más productiva si no nos autolimitamos a ver lo mismo de siempre, viniendo de las mismas personas de siempre.

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