miércoles, 12 de febrero de 2014

La homosexualidad, muy lejos de ser aceptada en los deportes profesionales

Primero que nada, de este tema se menos que de otros. Si bien es cierto que siempre opino como si fuera experto y en realidad soy un aficionado usando palabras rimbombantes, de la homosexualidad y su aceptación en la sociedad se mas bien poco y no soy ninguna autoridad, pero eso no quita que sea un país libre y externe mi punto de vista, que desafortunadamente, no es halagador para los homosexuales.

El tema es candente y está en el ojo del huracán en los últimos días porque con el arranque de los juegos olímpicos de Invierno de Sochi, en Rusia se aprobó al mismo tiempo una ley que obliga a los ciudadanos a vivir en núcleos familiares "tradicionales", aunque entre líneas es fácil entender que el objetivo es prohibir las uniones entre homosexuales y que éstos creen núcleos familiares alternativos: vivir juntos, casarse y adoptar hijos es imposible para un homosexual en Rusia. Lo cuál empezó a generar dudas entre los participantes sobre las libertades que tendrían los deportistas y los visitantes de mostrar "en público" sus preferencias, con la incomodidad, y quizá el temor, de que el gobierno ruso pudiera ejercer una acción en contra de aquellos gays o lesbianas mostrando sus preferencias.

La comunidad deportiva ha reaccionado en tono de rechazo, pero no a nivel institucional. Ni el COI ha obligado al gobierno ruso a conceder libertades y asegurar garantías para profesionales y turistas, ni alguna delegación ha abogado por sus deportistas, el tema es tabú y solo los propios afectados han alzado su voz en internet y algunos medios tradicionales que le han dado eco a las posturas, sin lograr nada tangible.
Pero, ¿porque si las organizaciones deportivas hacen tanto contra el racismo no defienden al homosexual de la misma forma? Penosamente creo que falta mucho para que eso suceda y hace falta mucho más para que el mundo cambie su perspectiva en favor de la comunidad gay. Para empezar, la situación es diferente. El racismo no se ha erradicado ni mucho menos, pero es una idea intolerable a nivel global. La esclavitud ha desaparecido, al menos en teoría, y el mundo ya no ve al hombre negro como sinónimo de atraso o falta de capacidad. De ahí que cualquier organización que no promueva la lucha contra el racismo sea considerada racista; también por omisión se peca, dirán los religiosos. Que organizaciones como FIFA o el COI, la FIA o cualquier otra, no luchen por "proteger" los derechos de los negros/indígenas es inaceptable, de ahi que veamos tantos mensajes en apoyo a la lucha contra el racismo y que cada que existe un incidente de este tipo, periodistas y afición reaccionen con un repudio total en contra del equipo "responsable", cuando en realidad los responsables sean unos cuantos inadaptados. Lo que sucedió en la Liga MX recientemente con jugadores del León lo prueba.

Y la razón puede ser el tipo de discriminación que el hombre negro sufrió durante siglos. La esclavitud y la falta de respeto a los derechos humanos de la gente de esta raza ha provocado lo que podría llamarse un sentimiento de culpa, y ahora se les trata de proteger en demasía. Muchos profesionales tienen que soportar una lluvia de insultos y basura (sobre todo al cobrar tiros de esquina) sin siquiera poder voltear a hacer una seña a la tribuna, pero que a nadie se le ocurra gritar "negro" porque todo el mundo se vuelve loco, y la prensa le dedica portadas y columnas como si se hubiera blasfemado. ¿Un insulto es más grave que otro?

En el caso de los homosexuales, la idea de personas del mismo sexo viviendo juntos o demostrandose afecto en público no es aceptada en gran parte del globo. Para los americanos no hay muchos problemas, para los Europeos hay algo de morbosidad y tabú, pero se podría aceptar (sobre todo en países industrializados), en África hay problemas mucho más graves que gente del mismo sexo casandose, y en Asia el tema no es aceptado en gran parte del continente. La homosexualidad no es aceptada a nivel mundial y de ahí que pocas organizaciones quieran lanzarse de lleno a la lucha por los derechos humanos de los gays a sabiendas que eso provocará disgusto en muchas regiones del mundo.

La FIFA por ejemplo, albergará en 2018 y 2022 los mundiales en países que han mostrado abierto rechazo contra la homosexualidad. Rusia ya sabemos todos su postura, y se ve complicado que la cambien de aquí a 4 años, y Qatar, si bien es uno de los emiratos árabes más liberales, tampoco puede deshacerse de tradiciones regionales sin miedo a quedarse aislado culturalmente hablando, por lo que tiene que seguir la corriente en temas "graves" como éste, aún cuando su población (muchos de ellos trabajadores extranjeros de la industria energética) no sea totalmente musulmana extremista. FIFA nunca va a poner en marcha una campaña pro-gay que afecte abiertamente con sus dos más importantes asociados durante los próximos 8 años por motivos políticos y comerciales, salvo que hubiera un cambio de doctrinas masivo y profundo que obligara a las naciones a adoptar el respeto a la homosexualidad... no se ve cuando eso pueda suceder.

Lo único que los gays pueden hacer es manifestarse y crear un efecto dominó: salir del closet, exponerse a las burlas y a la discriminación, y enfrentarlas abiertamente para que otros puedan hacer lo mismo. Entre más sean los valientes, más posibilidades de aceptación y de crear un frente común que exija respeto a sus derechos. Desafortunadamente es una lucha que nadie quiere pelear porque nadie quiere ser catalogado como homosexual; queda de tarea para los propios deportistas ser figuras sociales que impulsen y obliguen la aceptación y se exija que se termine la persecusión y el señalamiento.

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