El fracaso de la selección

Viernes 11 de octubre del 2013, dia histórico para la selección nacional. Porque, independientemente de lo que suceda frente al combinado de Panamá, el proceso de eliminatoria que el TRI ha efectuado a lo largo de este año ha sido histórico, históricamente terrible. Derrotas, empates, poquísimo futbol y eso que ni siquiera podemos hablar de un nivel elevado en la competitividad de Honduras (tercer lugar) ni de Estados Unidos, que posiblemente están hoy más flojos que hace 4 años. El TRI está mal y las posibilidades de quedarse en casa y fuera del mundial son muchas, por mucho que Vucetich sea el nuevo técnico o que los comodinos y cínicos futbolistas hablen de un "nuevo ambiente", responsabilizando al técnico anterior. La situación está que arde y hay una seria posibilidad de no ir al mundial si se falla en uno, en tan solo uno de los 4 partidos que quedan.

Por supuesto que esta situación ha abierto la puerta para que muchos se froten las manos, porque han aprendido a subsistir gracias al fracaso ajeno. Encuentran tan poco éxito en sus propias vidas que han aprendido a valorar cuando el de enfrente se cae, y si ésta caída es estrepitosa, que mejor. Me refiero a ese grupo de personajes que hablan hasta con rabia cuando alguien sugiere que el TRI al final estará en el mundial. Que hoy defienden a Vela porque "no se presta para los intereses de la FMF", pero olvidan que Vela le debe más que nadie a la selección y que cuando necesitaba, estaba aquí 4 días antes de la convocatoria. Hablo de esos que se molestan con todo y por todo si alguien pretende apoyar: afirman que si la selección pierde, pierde Televisa y ganamos todos. Critican al aficionado por ingenuo, dicen que les enfurece ver que la ciudadanía se interese más en la selección que en el destino político del país, pero casualmente ellos creen que una derrota de un equipo de futbol por arte de magia cambiará la situación sociocultural y de pronto la ciudadanía se creará de la nada una conciencia.

Desgraciadamente les tengo una mala noticia: que el TRI pierda y quede fuera del mundial, no cambiará nada. Ni la mala administración de la FMF, ni la situación del país, ni el interés que la gente le proporciona a uno u otro tópico. Tampoco los hará mejores, "burlarse" de la selección no los hace ver graciosos, ni sarcásticos y mucho menos inteligentes. Por el contrario, no hay nada más patético que alguien tratando de llamar la atención porque se rie de los demás. Si no me creen, tomemos como ejemplo otra disciplina: el boxeo. Que el Canelo Álvarez es un producto de Televisa, que es el boxeador más inflado del mundo, que es un bulto y lo que gusten y manden. Por muy cierto que sea eso, y por muy mal que lo haya exhibido Floyd Mayweather, al final del día el Canelo sigue siendo carita, ganó 10 millones de dólares y sigue de novio con las mujeres mas atractivas del país. ¿Y que obtuviste por burlarte de él? Una satisfacción que no dura más de 20 segundos. Si yo fuera el Canelo y me ofrecen entre las 2 opciones, prefiero mil veces ser un bulto inflado que ser un frustrado que festeja en casa una derrota de un connacional.

Y pienso que ese sentimiento y esa forma de comportarnos debemos analizarla desde todas las perspectivas. Criticamos a diario a políticos y funcionarios, nos enfocamos más en disfrutar sus errores frente a un micrófono que en cuestionar sus métodos de trabajo; veo a gente criticando a Enrique Peña Nieto por sus equivocaciones cuando ellos apenas y saben escribir... ¿y que obtenemos a cambio? ¿una satisfacción de 30 segundos? Lejos de convencer a otros y escuchar ideologías ajenas, preferimos encerrarnos en una burbuja de superioridad en la que los errores de "los demás" son motivo de burla, y los errores propios no se deben sino a la mala suerte o a condiciones injustas. Disfrutamos tanto la derrota ajena que hemos olvidado lo que vale la victoria propia, nos aferramos en gritarles troncos, inflados, bultos, petardos, y demás linduras cuando ellos siguen cobrando dinerales, paseandose en autos de lujo y saliendo con mujeres encantadoras, mientras nosotros aquí seguimos.

Es cierto que hay cosas más importantes de que preocuparse en este país. Es cierto que la selección en el mundial no ayuda mucho a resolver las cosas, pero soy de la idea de que es mucho mejor trabajar con buen humor, tener un motivo para dejar de trabajar en el verano del 2014 (el que diga que trabaja cuando la selección juega en el mundial es mentiroso) y una esperanza de que el TRI haga un papel decente, que vivir con el ceño fruncido, enojados porque las cosas no salen en este país como deberían.