Según leo en el diario español El País, la compañia Metro Goldwyn Mayer está a punto de desaparecer. La razón: miles de deudas y pocos beneficios.
La emblemática compañia del león que Ruge ya no puede con sus propios gastos y se declara en bancarrota. Las deudas ascienden a los 3,500 millones de dólares, una suma nada despereciable. Las razones del brutal endeudamiento aparentemente son las mismas normas que rigen el capitalismo (imperialismo, diría Chávez) Yankee: entre mas dinero debas, mejor. Los malos manejos y la falta de conciencia al momento de recaudar las ganancias provocan que esté a punto de desaparecer una de las compañias mas emblemáticas de los Estados Unidos, una de las escuelas del viejo Hollywood con titulos como "Lo que el viento se llevó".
A eso se le suma la falta de éxitos contemporaneos, como siempre ocurre, en el capitalismo no adaptarse al mercado y pretender que la grandeza histórica protege y exonera de la obligación de modificar el camino es un grave error.
Pienso que el cine aunque ha sufrido con la piratería el impacto no ha sido tan grande. Ir al cine, al menos en muchas personas, es un ritual bastante aceptado. No es muy cómodo invitar a una chica a "ver una película pirata en mi casa"; pero a pesar de eso, la piratería es un fenómeno presente, sumado a que el auge de internet permite que muchos generen diariamente contenidos novedosos y que los espectadores quieran ver una película que supere en genialidad y contenido lo que es posible ver en internet, es decir, que el consumidor exige cada dia más calidad. Así que si no se apuran las cinematográficas de Hollywood pronto podrían estar en la misma situación. A fin de cuentas, nada es para siempre.
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