Jochim Löw recibió en Alemania una distinción federal, en agradecimiento y reconocimiento por sus logros al frente de la selección de futbol alemana, a la que el gobierno del país reconoce como "espejo" de la sociedad alemana: una selección triunfadora, elegante, con mucho espíritu de equipo y que integra talentos con raíces no alemanas pero que tienen compromiso con el país, como Mesut Özil de orígenes turcos.
Podríamos sentirnos con envidia, pero a fin de cuentas nosotros también tenemos una selección espejo de la sociedad mexicana: un grupo de parranderos, irresponsables, flojos, mediocres, grilleros y llorones conformistas, sin duda un espejo del grueso de una sociedad que tiene poquísimos talentos, y peor aún, siempre que alguien en nuestra sociedad trata medianamente de destacar, todos lo tachamos de "mamón, creído, arrogante, presumido", de tal forma que lo obligamos a buscar un nuevo entorno donde destacar.
Tristemente tenemos lo que nos merecemos. Si no fuera por el idioma tan difícil, me gustaría vivir en Alemania y sentir la comodidad de vivir lejos de América Latina, en un lugar donde todo aquel que viene dispuesto a trabajar es bienvenido.
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